
En esta catedral inmensa
Estoy orando mi vendetta
Cuanta fragilidad humana
Cabe en la trampa de las caretas.
Detentaré ayunos y fatídicas prédicas cíclicas
De dos en dos
De diez en Dios,
Oración penitente in maximum
Es increíble el candor del alma
Frente al agravio corregido,
La espada enaltece la sangre por las calles
Empuña la saciedad del equilibrio embravecido;
en esta catedral inmensa estoy celebrando mi muerte.
Estoy orando mi vendetta
Cuanta fragilidad humana
Cabe en la trampa de las caretas.
Detentaré ayunos y fatídicas prédicas cíclicas
De dos en dos
De diez en Dios,
Oración penitente in maximum
Es increíble el candor del alma
Frente al agravio corregido,
La espada enaltece la sangre por las calles
Empuña la saciedad del equilibrio embravecido;
en esta catedral inmensa estoy celebrando mi muerte.
Eduardo Duarte,
"El Alma Negra"
Barcelona 2008