Bajo la tierra
mis pasos espían
la voz insidiosa del hombre y la miseria
tuve amigos de sol y sombras
asquerosos como la muerte putrefacta del olvido
y otros tantos
que murieron en domingo.
la voz insidiosa del hombre y la miseria
tuve amigos de sol y sombras
asquerosos como la muerte putrefacta del olvido
y otros tantos
que murieron en domingo.
Tuve amigos pestes,
vertientes de mi propia sangre
cuando la lluvia
atrapó sus entrerisas de
barro podrido
En mi mesa de cerdos
tuve judas en vómito de almas muertas
tuve traición
porque necesité haber nacido
En la nostalgia del mundo negro
yace un sangriento
puñal en mi vientre
mientras abracé
sus máscaras y pupilas
Para poder amanecer
viaje por el mar gris de puertas infinitas
en la traición morir
y vengar la ira
Será utópico el tiempo humilde
de sus sombras tristes,
ya nada les queda
han olvidado que existen
Eduardo Duarte
Hégira
(las almas del mundo negro)
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